Y empiezas a recordar todos los momentos, los veranos, cada villancico que cantábamos, los abrazos cuando entrabas por la puerta de casa, las mañanas en "las que no estaba" solo por quedarme metida en la cama contigo viendo la Pantera Rosa antes de que llegara Ana para no ir al cole, las risas, lágrimas compartidas... sabes que no podrán volverse a repetir y miras fotos para sentirte un poco más cerca, aunque... ¡qué tonta yo!, si nunca te fuiste del todo porque aún vives en mi mente ayer, hoy y siempre. La mujer de tu vida sigue ahí luchando a veces conmigo otras contra mí, pero no te preocupes, ella es fuerte y haré lo posible para no dañarla como esa puta enfermedad.
El coñazo es la gente de alrededor, que te recuerdan día a día que los necesitas porque faltas. Y pienso que durmiendo con lo que eran tus camisetas te sentiré un poco más cerca, porque no sabes lo duro que es seguir sin tus bromas, tus abrazos de " Tranquila pequeña, todo irá bien" y joder, podría ser verdad y en vez estar aquí escribiéndote esto podríamos estar viendo la F1 como tanto te gustaba, pues... la verdad que hasta a mi me acabo gustando solo por hacer algo juntos, difícil seguir sin ti en general no hay un solo día que no estés en mi mente, pero... a veces me jode no saber exactamente como era el tono de tu voz, poder recordar solo los momentos más duros de tu vida y lo hija de puta que fui, espero que puedas perdonarme algún día.
Desde esa noche he dejado de contar ovejas para dormir a contar las lágrimas que me caían, sobre todo en días de comida familiar, cuando ves que hay unas pocas de risas menos, que falta alguien para jugar la partida y ya no se juega como antes, que hay un plato menos y una silla de más. Y lo que te iba a gustar estar con ese mini-terromoto que tenemos en casa, algo tan pequeño que te saca miles de sonrisas al día y que inunda poco a poco la caja de tus recuerdos.
Volver a decirte "¡Te quiero Papá!" y que tu me digas "y yo a ti bobona". Aunque esta vez te lo digo sin que me contestes... algunas veces con los ojos llenos de lágrimas o una sonrisa por algún recuerdo o cuando algo he hecho mal, aunque tu castigo más duro es un tirón de orejas riéndonos, porque siempre te hacia caso. Siempre estarás aunque no sea físicamente, muchas gracias por todos y cada unos de los buenos y malos ratos, malos porque se aprende y nunca viene mal.
Te quiero.
"Porque el verdadero hombre de tu vida es tu padre"